martes, 7 de octubre de 2008

¿Ministerio de Cultura?

¿Ministerio de Cultura?

¿SOÑAR, CUESTA POCO O MUCHO…?

No sé por qué, pero he llegado a la conclusión que estoy hecho de preguntas.

Pregunto por ejemplo:

¿Para qué queremos tener un Ministerio de Cultura?
- ¿Para dar de comer a más burócratas? pensarán unos.
- ¿Contar al mundo lo que fueron capaces nuestros antepasados y lo que somos nosotros capaces de hacer? dirán otros.
- ¿Servir incondicionalmente, a un partido político de turno?
- ¿Pedir al Ministerio de Educación que desaparezca el I.N.C., porque no sirve para los artistas este elefante, por representar la voz de un gobierno y no, del pueblo?

Ojo: no lo digo por decir. Mas bien: en tres oportunidades envié una nota a la señora Directora del I.N.C. y, jamás se dignó contestar (agregando en la última misiva: “el portador de la presente señora, fue premiado por su institución, Ministerio de Educación, Congreso de la República, y dos veces por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos)

Pero igual: las tres notas fueron a dar al tacho de basura.

¿Podrá un Ministerio de Cultura sugerir al de Educación, un cambio de planes de estudios para impedir que los jóvenes del mañana dejen de ser repetitivos, memoristas, prepararlos para la vida y, ayudarlos a ser creativos?

Cómo podrán observar estoy hecho de preguntas.

Si vivimos todos en un país justo –como dice el gobierno-, ¿Por qué no tomar un examen de rendimiento a los señores Congresistas y a nuestros Agregados Culturales? ¿O creen que es justo aplicar esta medida, sólo a profesores y maestros? Lo digo, porque conversé con un padre de la patria sobre literatura y, pensó qué ¡le hablaba en griego! Es que el pobre jamás había pisado un teatro, visitado una galería de arte, leído un poema, novela o cuento.

Si tenemos un Congreso que no fue capaz de hacer algo por corregir los errores de un I.N.C., ¿Será capaz de hacer algo por un Ministerio de Cultura?

¿Qué me encantaría hacer, de contar con un Ministerio de Cultura?
Que una autoridad –sólo con la mitad de su valentía-, pudiera decirle al dueño de un canal de televisión “Caballero, le permito pasar su basura recargada de sexo y violencia de ahora en adelante, si promete sólo dedicar el 50% a buenos Programas.”

Y preguntarle, de pasadita (para salir de una duda), si alguna vez amó la cultura y cúando la perdió.
“¿Cultura, dijo usted?”, recuerdo que respondió uno de ellos: “Tengo el libro en casa, sólo que no he tenido tiempo de leerlo.” ¿Qué fue lo que entendió el caballero? ¡Lo ignoro!

La creación de un Ministerio de Cultura es muy importante. Tanto, que no puede ni debe estar en manos de ningún político. Menos, en manos de los congresistas, por estar muy desprestigiados.

Hace –si la memoria guarda aún este recuerdo- alrededor de doce años que vengo escuchando lo mismo. Que tendremos pronto un Ministerio de Cutura.

¿Por qué no lo tuvimos antes, si vivimos en un país tan rico? - se preguntará-, con un pasado milenario único, cuna de poetas, escritores, pintores, actores y otras etcéteras: ¡Por miedo de los gobernantes! Miedo desde épocas remotas. Quizás, desde el virreinato.

¿Miedo a qué?

Que el pueblo piense, madure, y despierte. “La incultura no se debe a la ignorancia sino a la cobardía” dijo alguien por ahí.

Su misión será: desterrar la idea de la promoción cultural como gasto inútil y, plantearlo como inversión, ya que somos un país de gran potencia artística.

En segundo lugar, aclarar qué entendemos por cultura, ya que se cuenta con más de cien definiciones. ¿De qué cultura se habla? ¿De la Cultura Culta, Cultura Antigua, Cultura Popular o Cultura Viva?

Para crear un Ministerio de Cultura, se debe tener en cuenta: Promoción y Difusión de las artes literarias, escénicas, musicales, pictóricas y cinematográficas. También: apoyo a las ediciones de libros, traducción y difusión de la misma, en foros y ferias.
No hace mucho, me acabo de enterar a través de un diario, lo feliz que se encuentra la señora doctora Cecilia Bákula, por haber logrado que el presupuesto del I.N.C. –quinientos mil soles-, suba este año a catorce millones. Hago, entonces, memoria y viene a mi cerebro o mente el presupuesto del Ministerio de Cultura de Francia y, me echo a llorar como un niño. ¿Por qué? Por contar aquel gobierno con financistas y congresistas que aman la educación y cultura. ¿A cuánto asciende su presupuesto?: tres mil millones de euros. ¿A cuánto su financiación cultural? A doce mil millones de euros. ¿Cuántas películas produce Francia al año? Aproximadamente 205 (por lo que es considerado el segundo país del mundo en producir este arte). ¿Cuántas representaciones de Teatro llevan a cabo, durante el año?: 33,000. Y, ¿con cuántas compañías teatrales independientes cuenta? Más de 1,000.

¿Por qué? Porque entendieron sus gobernantes, que la cultura es la herramienta principal para crecer y asentar el poderío de cualquier nación.

¿A cuánto asciende la voluntad política de Chile, en materia de Cultura? ¡A 84 millones de dólares!

¿A cuánto, el Perú? La UNESCO recomienda como mínimo el 1% del PBI. ¿A cuánto llegamos? Al 0.1%? Es decir, casi el más bajo de América Latina.

JUAN RIVERA SAAVEDRA

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